Economía circular e innovación abierta

Podemos entender como residuo, aquella sustancia u objeto generado por una actividad productiva/consumo y que su generador/poseedor se desprenda o tenga la intención u obligación de desprenderse. Es evidente que las tasas actuales de generación de residuos por las diferentes industrias están cada vez más cuestionadas a nivel social y a nivel legislativo. Las empresas también son conscientes de ello y saben que si quieren continuar operando deben implementar una estrategia que les permita hacerse cargo de sus residuos.  Esta es la base de la economía circular, considerar los residuos como posibles oportunidades para incorporarlos de nuevo al mercado. Esto lógicamente requiere una transformación de estos en la que se les agregue valor de nuevo y pueda ser un producto útil para la sociedad u otras industrias. Seguramente cuando se habla de economía circular lo primero que piense uno es en la valorización energética de los residuos, también denominado “Waste to Energy”. Esto consiste en aprovechar los residuos desde el punto de vista de poder calorífico para someterlos a una combustión controlada y que emitan su energía térmica. Esta energía térmica es aprovechada y transformada en energía eléctrica. Aunque es un proceso bien desarrollado e implementado con éxito en países como Holanda, Suecia o China, no todos los residuos tienen poder calorífico o son aptos para una combustión “sustentable”. Esto es lo que ocurría en los dos casos presentados a continuación, en los que se tuvo que recurrir a la plataforma de innovación abierta de ennomotive en búsqueda de soluciones diferentes para reutilizar residuos invitando a participar a su comunidad de +16,000 ingenieros de todo el mundo.

Caso de éxito economía circular en minería

En los procesos hidrometalúrgicos de la minería metálica se generan unos residuos denominados relaves que en su mayoría están desaprovechados generando un grave impacto medioambiental. Una empresa líder en la extracción de materias primas, almacenamiento y producción de derivados quería reducir su impacto medioambiental de sus yacimientos mineros reutilizando sus relaves en un esfuerzo por contribuir a la economía circular.  Para ello, en agosto de 2018 lanzó junto con ennomotive un desafío de economía circular con el objetivo de encontrar aplicaciones para estos materiales que estaban compuestos principalmente por sílice pero también cantidades más pequeñas de óxido de titanio, óxido de calcio, óxido de magnesio, óxido de aluminio, entre otros y que en este caso estos residuos no tenían poder calorífico. Una tarea complicada debido a la baja concentración de metales, que hace que su reproceso sea casi inviable desde el punto de vista económico. La idea era también conseguir reutilizar al máximo las granulometrías de los análisis compartidos en el reto. Sin embargo este reto atrajo un gran interés y tuvo más de 70 participantes**.** Se propusieron aplicaciones totalmente nuevas y otras ya existentes. Al final, se han identificado 2 oportunidades con potencial para las industrias de construcción y energía, una en fase comercial y otra en prototipo.

Caso de éxito de economía circular en industria

Masisa es un fabricante de diferentes tipos de tableros de WPC que son enviados a distribuidores y clientes industriales. Estos tableros son cortados en piezas reutilizables para fabricar muebles y otros productos. En este proceso de corte de piezas, se producen siempre residuos (recortes de tableros y aserrín) que no estaban siendo utilizados y por eso se enviaban a vertederos sanitarios descartando su valor potencial**.** Tomando de nuevo la economía circular como modelo, esta empresa quería reutilizar estos residuos de madera para fabricar nuevos productos y crear una nueva fuente de ingresos. Como estos recortes de tableros contenían unos componente químicos que no permitían su combustión directa, recurrió a ennomotive  para lanzar un desafío de innovación abierta en búsqueda de nuevas soluciones.  El ganador de este desafío fue el ingeniero mecánico Michael Ankobia con más de 15 años de experiencia en un amplio abanico de industrias de ingeniería como la aeroespacial, de construcción, defensa, energía y transporte. En este desafío entregó dos soluciones: la primera fue utilizar los trozos de tableros para fabricar cubiertos de madera reciclables como alternativa a los de plásticos. Sin embargo, cuando preparó el Business Case se dio cuenta de que esta idea no generaría grandes márgenes de beneficio. Por eso, llegó a la idea de reutilizar los recortes de madera para fabricar unas innovadoras tejas para los techos de hogares con escasos recursos. El objetivo era crear una alternativa asequible, duradera y estéticamente bonita a los clásicos techos de metal.

Otros ejemplos de economía circular e innovación abierta

Como hemos visto, hay muchas compañías desarrollando iniciativas de Economía Circular para aportar su granito de arena hacia un mundo más sostenible. De hecho, sin ir más lejos, CIECH está buscando también soluciones en un nuevo desafío de economía circular.

¿Qué está haciendo tu compañía para subirse al carro de la economía circular?

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